Celebrar
una muerte
Me entristece enormemente, algunas
expresiones que he leído alegrándose de la muerte del Fiscal General del
Estado. Se puede no compartir las posiciones de un personaje público, se puede,
y en algunos casos, se debe, criticarlo; pero de ahí a alegrarse por su muerte,
revela una catadura moral de muy baja estopa.
Creo que fue un error del Gobierno
nombrar Fiscal General del Estado a una persona que no pertenecía a la carrera
fiscal; creo que fue un error mantenerlo en el cargo una vez reprobado por el
Congreso de los Diputados. Pero en su haber hay que señalar sus iniciativas
respecto a la Generalitat de Cataluña, y su innegable valía como jurista. Mi
más sentido pésame por su fallecimiento. ¡Descanse en paz!
Julio
García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com
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